Toma las riendas de tu civilización y toma decisiones que te lleven a la mayor prosperidad. Investiga nuevas tecnologías para mejorar la ciencia, la fuerza militar, el fervor, la cultura y la industrialización de tu nación. Que crezca la mayor corriente filosófica de la humanidad. Utiliza a tus seguidores para convertirte en uno de sus precursores, y así decidir su evolución. Envía a tus arquitectos y exploradores a crear maravillas desde tu territorio que sobrevivirán a todos nosotros. Haz crecer tu población para que los personajes más ilustres nazcan de ella y cambien el mundo para siempre, incluso después de su muerte. Desarrolla tu herencia militar para que el nombre de tu civilización sea suficiente para hacer temblar a tus oponentes y, si eso no es suficiente, envía a tu ejército a derrotar incluso a los bárbaros más lejanos. Usa a tus filósofos y pensadores para resolver los grandes desafíos de la humanidad que marcarán su historia.